miércoles, 15 de abril de 2009

Novenario

Día III

Señor bendice el amor que le tuve y llévalo a donde se encuentre este hombre para que él como único dueño se encargue de el.

Acuérdate de quienes lloran en las noches sin razón alguna y se encuentran perdidos en el mundo que has dispuesto para ellos.

Repitan conmigo: Líbranos Señor de la necesidad de una compañía por insoportable que sea la soledad. Amén.

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