martes, 14 de abril de 2009

Novenario

Día II

Señor permítele nadar en el rio de lágrimas que derramamos por él, permítele conservar los buenos recuerdos y sus momentos de alegría, no dejes que se sienta solo y tómalo en tus brazos cuando necesite un abrazo.

Dales Señor fortaleza a quienes necesitan de ella para sobrevivir al remolino del amor y guíalos por el buen camino, perdona a quienes no supieron entender a este hombre por sus silencios y llevaron su mente al cansancio en el intento.

Repitan conmigo: Gracias Dios porque hoy el amor descansa y has sabido acoger a este hombre en tu reino para su propio descanso. Amén.

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