viernes, 30 de enero de 2009

Yo sólo quiero sentarme a tu lado

Se me arruga el corazón cuando pienso en la posibilidad de que tal vez me abandones, a veces pienso en ti, pienso en las veces que tus brazos me sorprendieron alrededor de mi cuerpo, en la sensación de recorrer tus manos y tu cara con las mías, en esa sensación que se quedó entre mi cuerpo. Pienso y siento la manera en la que mis manos se enredan en las tuyas y en la manera en la que se acostumbraron fácilmente a que las miraras, a que las mordieras, a que respiraras con ellas, pienso en cómo mis ojos se perdían en los tuyos de vez en cuando con miedo de ser percibidos para no ser evidentes, para poder esconder esas palabras, y sobretodo pienso en esos gritos de silencio que salían de mi boca, de mis manos, de mis ojos, gritaban y te decían "hey, tú estás allá, y yo acá, ven siéntate a mi lado y quédate callado".

No te he contado que mi almohada te conoce, te ha visto en mis sueños, aunque no recuerdo ninguno de ellos, sé que te sueño, sé que lo he hecho, lo siento en las mañanas, siento como nace una pequeña sonrisa cuando abro mis ojos y siento adentro el esfuerzo que hace mi mente y mi corazón para que yo logre recordar así sea un pequeño momento de algún sueño en el que aparezcas tú, te aprendí a querer muy rápido, como puede que deje de hacerlo también, pero los días en los qué no se de ti pasan a ser semanas, semanas repletas de días en los que no hay nadie cercano a mi alrededor, sólo desconocidos, sólo personas a las que no escucho, personas con las que no comparto, personas que no siento.

No hay comentarios: