lunes, 10 de noviembre de 2008

Tus ojos hicieron promesas

Corrí hacia la ventana, sabía que estabas ahí, me tapo la boca con mis manos, y luego las quito en el mismo instante en el que abro la ventana y te digo gritando que ya bajo, que no te vayas, que me esperes, y corro, mis pulmones no pueden creer lo rápido que bajo las escaleras, en más de 10 años que llevo viviendo en esta casa, donde casi siempre corro, casi siempre salto y casi siempre canto y me rio, nunca habia corrido más rapido, y no me detengo, y por fin llego a la puerta, y entra la llave de una, sin el más mínimo esfuerzo y abro.
Hola! que bueno verte, vámonos, no quiero perder más tiempo, gracias por venir, tus ojos me dijeron que esperarías, que te quedarías, pero aun así baje corriendo, tenía miedo, le tenía miedo al tiempo, perdona mi agitada voz, perdona mi agitado pulso, perdona mi sueño.