De Antaño

Hoy leí una vez mas aquel escrito tuyo y me devolvió una cantidad de suspiros, "porque no tratar un abrazo y un me haces falta" pensé, y luego me quedé en silencio un rato y me dije que en realidad el abrazo sería muy lejano desde donde estamos y que solo decirlo no valía tanto la pena, luego me dije que la falta que me haces ha sido digamos bien remplazada por la compañía de otro hombre al cual puedo apreciar en sus 3 dimensiones una buen cantidad de tiempo al día entonces que tal vez aquella "falta" no era tanta tampoco.

Y es raro, todo esto, porque ahora que empiezo a escribir esto caigo en cuenta que lo estoy haciendo como tú en tus ultimos escritos remplazando simples palabras con términos utilizados en tu campo de trabajo, y es gracioso, y me gusta. Me gusta también ver como tú, un hombre tan ocupado y lleno de obligaciones fuera de las que supone tener una novia de ya hace algunos meses es capaz de escribir con gusto y de una manera tan necesaria que resulta imposible solo entrar a ese lugar tan lleno de ti para buscar algo viejo.

Hoy me siento algo así como deseando un sabor a ti, un sabor a viejo y a computador recalentado, hubiera sido incluso perfecto tener puesta una pijama para desempolvar lo que, me perdonaras el atrevimiento, llamaré nuestro, me siento con ganas de escribir, de escribirte a ti y decirte que te recuerdo, que quiero que me leas ese poema que habla de los informales una vez mas, y que te imagines que roncas a mi lado despues de decirme como te gustan las pijamas, que desempolves tu también lo que mas quieras de aquellas noches algo viejas, algo poeticas, algo largas, algo cargadas de responsabilidades y muchos vasos de agua de tu parte, solo para volver un poco atrás, solo para sentir algo, que en ese tiempo resultaba tan fácil.